
La importancia de la cerámica en la ceremonia del té.
«Morada de la Vacuidad»
Se moldea la arcilla para hacer la vasija, pero de su vacío depende el uso de la vasija.
La casa y el vacío. Lao Tsé.
«Morada de lo Asimétrico»
El miedo a la repetición está constantemente presente: una taza con un esmalte negro no debe colocarse en un carrito de té de laca negra.
El libro del té. Kakuzo Okakura
Hay un encanto sutil en el sabor del té que lo hace irresistible y capaz de idealización.
El salón del té, no pretende ser otra cosa sino una mera cabaña no destinada a la posteridad, y por tanto, es una estructura efímera construida para albergar un impulso poético. Es una Morada de la Vacuidad, en la medida que carece de ornamentación. Es una Morada de lo Asimétrico, en la medida que está consagrada al culto del imperfecto.
En este proceso ceremonial, en el que la arquitectura y la repetición gestual aprendida reflejan una imagen de silencio y solemnidad, es donde la cerámica cobra un papel tan importante como el propio té.
El Chawan (茶碗) es un gran cuenco de cerámica hecho a mano donde se prepara el té matcha, considerado la forma más compleja y difícil de hacer cerámica. La ceremonia del té está estrechamente relacionada con la naturaleza y por lo tanto la estética del Chawan refleja la sencillez y la conexión con ella. Basado en la premisa de ser destruido tras la ceremonia, refuerza la idea de que cada ceremonia es única e irrepetible.
Esta ponencia recorre la ceremonia del té, centrándose en la belleza del objeto cotidiano cerámico, que va desde la influencia del té en la cerámica china, o porcelana celestial de la dinastía Tang, donde el esmalte azul en su intento por reproducir la exquisita tonalidad del jade, era considerado como el color ideal para una taza de té ya que le proporcionaba un verdor adicional a la bebida; hasta la técnica del Raku, una manera particular de trabajar el barro que deja a la intuición y al concepto Wabi Sabi gran importancia. Es la estética de la sencillez, de la imperfección y la naturalidad, la aceptación de la realidad que encarna todas las facetas de nuestra existencia.
Paralelamente a la concepción estética derivada de la ceremonia del té, se desarrolló en Japón un arte de la restauración, Kintsugi, donde una grieta, una muesca o una deformidad en una pieza cerámica puede ser un valor añadido para la reflexión y la meditación.
El arte de la cerámica promueve que el Nirvana se encuentre siempre al alcance. Es el proceso, no la meta. Es el acto de realizar las cosas, no el término, lo que es realmente vital. Convirtiendo el proceso previo a la ceremonia del té en un método de realización personal. Porque el teaismo es el arte de ocultar la belleza para que puedas descubrirla, de sugerir lo que no te atreves a revelar.
PONENCIA EN CONGRESO
Congreso
Ponente
Fecha
Año
X International Congress on Ceramic and Architecture.
Ceramics, Density and Intensity
Marzo 21-22, Madrid, España
2022